Parador de Vilalba
Parador Casa da Ínsua
Parador de Ávila
Parador de Antequera
Parador de Almagro
Ubicado en un entorno histórico-artístico excepcional, el Parador de Almagro ocupa el antiguo Convento de Santa Catalina, que data del siglo XVII y fue el primer convento franciscano de la ciudad.
Rematado con hermosos alicatados de traza mudéjar, este monasterio permite a los viajeros disfrutar cuatro siglos después de su alojamiento único. En él, te sorprenderán sus 14 patios interiores, sus galerías y pasillos de características vigas azules, además de los tradicionales azulejos con decoración geométrica.
Parador de Alcalá de Henares
En el Parador de Alcalá de Henares, historia y vanguardia se dan la mano en una combinación única. El edificio, que recupera tres colegios-convento del siglo XVII, se funde sin perder su espíritu histórico con una decoración de diseño, en la que destacan su espectacular claustro y el Jardín Tallado, así como el spa, ubicado bajo las bóvedas de la antigua iglesia conventual.
El Parador es el destino perfecto para eventos, reuniones y celebraciones de todo tipo, pues cuenta con un Centro de Convenciones de 5 salas y el Salón Paraninfo, divisible en hasta 6 espacios adicionales. Además, su ubicación a 20 minutos del aeropuerto e IFEMA, y a media hora de Madrid, lo convierte en una elección ideal.
Parador de Albacete
Parador de Alarcón
El Parador de Alarcón, ubicado en un castillo con más de 13 siglos de historia, se asoma al río Júcar desde lo alto de una de sus hoces, el Pico de los Hidalgos, con unas vistas privilegiadas de la zona. Además, el propio castillo está considerado como el mejor conservado de la provincia de Cuenca.
Todas las dependencias internas han sido reconstruidas para adaptarlas a las necesidades del Parador, con una unión de estilos moderno y clásico en la que los textiles acentúan el carácter medieval. Sus paredes, sus techos de piedra en las habitaciones y su decoración, te trasladarán a la época medieval.
Parador de Argómaniz
El Parador de Argómaniz ocupa un elegante palacio renacentista desde el que se domina toda la llanura alavesa y la Sierra de Gorbea. Un lugar ideal para desconectar y relajarte en sus zonas de lectura, terraza o jardines.
Uno de los lugares más especiales es su restaurante Aletegui, situado en el antiguo granero del palacio. Sus ventanas en forma de ojo de buey son características de la arquitectura vasca y mantiene el artesonado original del siglo XVIII. Déjate atrapar por este enclave mágico en el que el encanto de la madera hace cada estancia única y acogedora.