¿Ver amanecer al borde de un acantilado? ¿Darte un baño en una preciosa cala a media mañana? Aiguablava te está esperando, un destino de viaje para disfrutar como nunca del sol, de la playa y de la estupenda gastronomía de la zona.
¿Te animas?
Primer día:
Nada más llegar al Parador sentirás la suave brisa de la Costa Brava así que no dudes en darte un chapuzón en su maravillosa cala de aguas cristalinas y arena dorada, y en practicar buceo. La cala de Aiguablava es una zona ideal para practicarsnorkeling.
Y después de tanto deporte qué mejor modo de terminar el día que con una cena en el maravilloso restaurante del Parador, con increíbles vistas de los acantilados que lo rodean. Una estupenda manera de degustar la cocina típica ampurdanesa, con platos como: el suquet de peix, los ricos arroces de marisco y pollo, y el pescado fresco de la costa.
Segundo día:
Comienza el día cogiendo fuerzas con el delicioso desayuno buffet del Parador en la terraza del hotel con vistas al mar, prepara la mochila y vete de excursión hasta Begur, a tan sólo 5 kilómetros del Parador. Este municipio de la Costa Brava está asentado sobre un conjunto de colinas bañadas por el Mediterráneo, en las que destacan ostentosas casas indianas, legado de la intensa emigración a Cuba a lo largo del siglo XIX. Las posibilidades para practicar deportes náuticos son amplias. Así que puedes alquilar alguna embarcación desde la que podrás conocer el bello litoral de la localidad ampurdanesa. Y por supuesto almorzar un pescado fresco. ¡Mejor imposible!
Por la tarde os recomendamos visitar Pals a 10 kilómetros. Allí podrás visitar el Museo de arqueología submarina, el Conjunto monumental románico-gótico El Pedró e incluso las Islas Medes. Y después de tanta belleza a cenar un riquísimo "Arroz a la cazuela del Empordá", plato típico de la zona que está ¡para chuparse los dedos!
Y el último día, antes de volver a casa, no te quedes sin ver el municipio de Peratallada a 12 kilómetros del Parador. Tiene un castillo-fortaleza medieval que merece muchísimo la pena ver.
Y para que no te pierdas en tu visita a Aiguablava, aquí tienes un plano.
