En el corazón de un bosque encontrarás el Monasterio de Santo Estevo, un lugar que es un destino de viaje en sí mismo y que cuenta con tanta belleza y rincones de alto valor arquitectónico que fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923. ¿Por qué? Pues porque mezcla el estilo barroco y el románico, con tres impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro renacentista.
Primer día:
La mejor propuesta que podemos hacerte para disfrutar de este primer día en Santo Estevo es que aproveches la tarde con una sesión de spa ubicado en un rincón del monasterio tan increíble que no querrás salir de allí.
Y ¿cómo poner un broche de oro a un día magnífico? Disfrutando de la gastronomía local en el restaurante "Dos Abades" del Parador. Una bóveda de 14 metros de altura os acogerá mientras disfrutáis de las recetas típicas de la zona con productos como el pulpo, los grelos, castañas y postres tan deliciosos como la bica de Trives o la bica de Castro Caldelas.
Segundo día:
El sábado, después de desayunar en el buffet que prepara cada día con mimo el Parador, recomendamos hacer la Ruta de los Catamaranes. Una increíble experiencia a través de diversos embarcaderos para poder disfrutar de los paisajes de la zona. ¡No puedes perdértela! Para almorzar, sin duda, aconsejamos alguno de los pescados frescos de la zona.
Por la tarde, otra ruta, pero esta vez del románico. La zona en la que está ubicado el Monasterio conserva un nutrido grupo de iglesias y monasterios de finales del siglo XII y XIII que no puedes dejar de ver.
El viaje ha llegado a su fin, pero no queremos que te vayas sin asombrarte con la Ruta de los Miradores. A través de ellos podrás admirar los mejores paisajes de las riberas de los ríos Sil y Miño.
Y para que no te pierdas por la zona, aquí tienes un plano.
