Digno de visitar. Maravilloso palacete

Es un lugar de leyenda. Preciosos los jardines y la casa-museo. La habitación estupenda, el personal amabilísimo. Del restaurante solo puedo valorar el desayuno que es fantástico.

Un palacio. Alrededores muy hermosos e interesantes. Para repetir.

Es un parador único en toda la quinta, tanto el propio palacio como las fincas que lo rodean.
Y con un personal sumamente amable y servicial.
Muy bien ubicado par recorrer las Beiras, desde Aveiro hasta Almeida sin olvidar la Serra de la Estrela.
Y también, como es habitual en Paradores, con una buena cocina.

Algo más que un parador en el país vecino , un palacio muy señorial y con sus jardines , huerta Queseria y frutales para abastecerse de sus propios producían , las habitaciones una pasada de espaciosa el,personal tanto recepcion como bar rte súper atentos y amables gracias por la estancia tan agradable

Impresionante, el Parador incluido sus jardines son quizás el que más nos ha gustado de los que conocemos. Un edificio precioso con historia donde puedes ver cómo los dueños vivían en él. Los jardines de todo tipo, nos encantaron. Y todo el personal muy atento y amable.

Impresionante la finca y el palacio.

Parador extraordinario a pesar de tener un pequeño problema con el mantenimiento del aire acondicionado de la habitación.-

El entorno, palacio y los jardines donde se encuentra ubicado excelente. La habitación muy amplia pero la cama de matrimonio muy incomoda, sin base y ruidosa.
El restaurante, la terraza de la cafeteria muy bien, aunque en el desayuno se hecha en falta un poco de variedad.
El servicio correcto, pero se notaba una falta de experiencia.
Es un buen parador para visitar el centro-norte de Portugal, sobre todo si se quiere ir a Oporto.

Un parador de ensueño. El personal muy amable