Mal servicio. Pedimos el desayuno en la habitación y no nos lo trajeron. Al comentar ese hecho con la dirección, no supieron compensar ese fallo.

Un precioso edificio, magníficamente restaurado.
El servicio de habitaciones excelente, muy limpias.
La restauración no alcanza la excelencia esperada.
Sorprende la falta de liderazgo de la dirección, culpando a la escala más baja de sus subordinados de algunos fallos comunicados.
Decepcionante comparador con la excelencia de otros paradores visitados.

Rest. El Bodegón. Horrible.
El cocido, soso, pero rico. Lo PEOR fue el griterío de niños campando como si fuera un parque. Falta de respeto a los comensales que lo único que queríamos era salir de allí para encontrar paz. Mala educación y egoísmo por no llamar la atención a sus hijos. En esas situaciones, hubiéramos deseado que los camareros llamaran la atención a los padres y les recordara que no estaban en un mercado. No creo que volvamos.

El Parador, como a mí me gustan, muy bonito por fuera y dentro, pero las habitaciones dejan mucho de desear. Le hace falta una gran remodelación, puesto que se paga por un 4 estrellas y deja mucho que desear. La cama supletoria que nos pusieron fue lamentable, cuatro hierros con un fino colchón, que por cierto, fue muy caro.

Las habitaciones adaptadas son grandes y cómodas y el parador es bonito, aunque el jardín esta muy descuidado, solo vimos arreglarlo para una boda. El servicio de comedor y cafetería estupendo, pero entramos con mal pie con el personal de recepción y nos agrió un`poco la estancia.

Estuvimos de celebración en el menú cocido y dejó mucho que desear respecto a lo ofertado y lo esperado. Especialmente el servicio, muyh lento, y la cantidad, bastante escasa. Lo lamento

A pesar de que el edificio es muy bonito y está cuidado no tienen ni siquiera (o eso nos dijeron) una sala de estar para charlar tras la cena. Cena especial muy mala, tanto el menú, como la calidad. Después de muchos años pasando las fiestas en paradores, este con diferencia es el peor, tienen mucho que mejorar. El brunch del paquete navideño no era otra cosa que un desayuno normal de paradores, en fin, les doy un 2 por la limpieza.

Fuimos al Restaurante El Bodegón, a comer un Cocido de Taba. En la mesa apenas cabían los platos, en medio del salón y justo en el paso del personal. Nos sirven el primer plato y al cabo de un rato nos solicitan las bebidas. Llega el primer puchero, frio, el segundo también y por fin llega el tercero caliente. Al pedir la cuenta, la traen sin más, sin ofrecer los cafés que no habíamos tomado y que si estaban incluidos en el menú.

Parador para no volver. Viven para las bodas, el resto de clientes no cuenta. El personal del restaurante indigno de un parador, sin ganas de atender al cliente.

Me parece mal que pongan a la venta habitaciones que no son confortables.
Visité el parador con una la oferta de noche romántica, y aunque el precio sea más barato, ello no debería implicar que te alojen en una habitación en la que sepan que se produce mucho ruido y vibración cuando los motores de las cámaras frigoríficas que se encuentran debajo de la misma se ponen en marcha, cosa que ocurre durante todo el día y gran parte de la noche.