En plena ciudad y un precioso ambiente medieval. No hicimos noche porque se nos hacía muy tarde. Pero llegar, pasear por el parador y disfrutar de un zumo de naranja era saber que volveremos - PARA ALOJARNOS - y poner otro comentario. Seguro.

Parador tranquilo para relajar y descansar.

Estuvimos el último fin de semana de Febrero/14, el pueblo muy bonito así como el monasterio, el parador le encontramos un tanto desfasado, el personal muy amable, a la habitación la faltaba una remodelación profunda, el aspecto era antigüo para el tiempo en que vivimos, podría ganar todo mucho más ejecutando alguna que otra obra.

Para ir de visita es muy bonito, los espacios comunes son muy bellos. Pero como alojamiento no satisfizo mis expectativas. Entre otros muchos motivos: Las habitaciones necesitan una reforma. Molesta terraza a causa del ruido de los aparatos de a/c vecinos. El agua de la piscina: llena de insectos muertos y grasa. La piscina es peligrosa para ir con niños: no hacen pie y la rampa para acceder al vaso es resbaladiza y peligrosísima.

El parador no es merecedor de las 4 estrellas que luce. Está anticuado y falto de mantenimiento.
La habitación nos la dieron muy sucia.
La comida del restaurante muy mal, nos sirvieron una carne a la plancha fría y reseca.
Lo peor la escasez de personal que, aun amable, no da más de sí. En la hora punta del desayuno había una camarera y la encargada de recepción tiene que hacer también de aparcacoches en el exiguo parking.

La atención del personal nos decepcionó

Como usuario relativamente frecuente de paradores me veo obligado a dejar constancia del lamentable estado en que he encontrado éste en cuanto a mobiliario más que viejo, limpieza deficiente, sensación de decrepitud en todo su conjunto. Tuve que pedir cambio de habitación porque el sumidero del lavabo estaba atascado.

Me ha parecido sólo aceptable porque hemos tenido dos incidencias desagradables durante nuestra estancia y, en mi opinión, no las han gestionado adecuadamente. Si reserváis una habitación en concreto aseguraros por mail que os darán esa habitación (por conversación telefónica no es suficiente), si no probablemente llegareis y os darán la que tengan, sin avisaros antes del cambio, que es lo que más me decepcionó, que no haya proactividad.

Nos encontramos el lavabo lleno de hormigas las dos noches que pasamos en el parador. La limpieza, en general, de la habitación era bastante deficiente. Y la amabilidad del personal de recepción, mínima

Suelo visitar Guadalupe todos los años alojandome en el el parador. este año ha sido un poco desastre, por la mañana no había agua caliente, aunque tuve que esperar un tiempo hasta que se solucionó, entiendo que antes de adjudicar una habitación deben de hacer una revisión de mantenimiento .Tampoco habia wifi en la habitación, El próximo año me lo pensaré.