Extraordinaria situación en una de las ciudades mas bellas de España. Es un palacio del Siglo XVII. La Gastronomia tipica de la tierra es otro punto a su favor. Lo visito con frecuencia.

Extraordinario Fin de Año. En el entorno de una ciudad Patrimonio de la Humanidad, un Parador muy acojedor, con una CENA FIN DE AÑO colosal, y un trato excelente de todo el personal del Parador.

Todo está concebido para la satisfacción del visitante en el parador de Úbeda. El personal destaca por su magnífico trato, como no se estila en otras cadenas hoteleras y hace más grata si cabe la estancia en una ciudad inolvidable. Habitaciones amplias y descanso asegurado. Como para no dudar en volver.

Espectacular. Es precioso tanto por fuera como por dentro. Limpio y cuidado.
La atención fue maravillosa. Fuimos en familia con nuestro hijo de un año y todo eran atenciones.
El claustro maravilloso para tomar algo o incluso cenar.
No es demasiado grande como otros, pero merece la pena.
La habitación tenia salida a un patio jardín privado, muy cómodo si vas con niños o te quieres relajar tomando una copa por la noche.

A primeros de septiembre nos alojamos una semana en el Parador de Úbeda, un edificio emblemático del casco antiguo con un magnífico patio central. El personal, muy atento, en especial el de recepción. Queremos destacar, por su amabilidad y profesionalidad, a Mª del Mar.

Ubicado en centro histórico de una ciudad Patrimonio de la Humanidad éste es uno de los ocho Paradores Museo de la Red. Joya conocida por las fotografías del claustro. Merece la pena reservar las habitaciones superiores que, por poco dinero, nos ofrece, o bien vistas a la plaza, o bien -como hicimos nosotros debido al calor reinante- con acceso a un patio-jardín interior semiprivado con fuente muy agradable y refrescante. El personal a la altura.

Parador magnifico en un marco incomparable.
Personal muy amable, muy profesional.

Un parador de los mas bonitos. El personal de todo el parador se merece un diez. Son encantadores e hicieron que la estancia fuera maravillosa.

Una opción de elección por excelencia para volver a sentir y disfrutar lo que un día fuera Paradores, sentados en su magnífico Patio, disfrutando del arte y la hospitalidad en sus preciosas y bien atendidas habitaciones, o de su ya tradicional buena cocina aún mejorada en la actualidad con el talento de una gran jefa de cocina. Recepción cálida e inolvidable. Y todo ello con muy poquito personal. Más que para volver para no abandonarlo nunca.

Parador maravilloso donde el trato del personal elevado a la excelencia. Entorno monumental precioso, buena comida y amplias habitaciones.