Albacete es además tierra de contrastes. Déjate sorprender por la llanura manchega, los valles de los ríos Jucar y Cabriel, las escarpadas Sierras de Alcaraz y del Segura…, date una vuelta, hay mucho que ver.
En el Parador de Albacete, Don Quijote podría practicar golf en un campo de Pitch&Putt de 9 hoyos y un Putt Green. Después de hacer deporte, seguro que querría disfrutar de una rica comida manchega en el restaurante y descansar de sus hazañas en luminosas habitaciones vestidas con clásicos muebles castellanos. Lo querría hacer el Caballero, ¡y lo puedes hacer tú!
A solo tres kilómetros del parador se encuentra Albacete. Su oferta cultural y de ocio es amplia: zonas comerciales, parques urbanos, museos... Si eres amante del golf, podrás matar el gusanillo en el Parador, pero seguro que además te gustará jugar en un campo más grande, algo que puedes hacer en el Club de Golf Las Pinaillas. Ubicado a poco más de 20 minutos de la ciudad, tiene 18 hoyos y 6.300 metros.
En esta zona también encontrarás enormes posibilidades si lo tuyo es la pesca deportiva: el coto de La Terrera en Casas Ibáñez, El Talave en Liétor, o Alcozarejos en Fuentealvilla, están en un radio de menos de una hora de Albacete y del Parador, y sus condiciones para este deporte son fantásticas. Te esperamos en el Parador de Albacete, en un lugar de La Mancha…
Comentarios
Un Parador bastante agradable y con una piscina refrescante en una ciudad en la que hace calor.Muy amables y eficientes en Recepción y en la cafetería.
Encontramos la tranquilidad que buscábamos
parador tranquilo, habitación superior con balcón amplio y ventana, no funcionaba la piscina porque fué a primeros de octubre, deberian tener gimnasio y piscina interior, el personal muy amable, volveré
..
Edificio que imita el estilo de una granja típica. Lejos de la ciudad. Tiene un ambiente relajado y acogedor.
El restaurante un notable alto!!!
Excelente en todos los sentidos, con la única salvedad de que creo que les falta personal en restaurante y cafetería.
Experiencia fantástica por la tranquilidad que se respira en este hotel. Está alejado del centro y rodeado de zona verde con una delicia de piscina para soportar el calor. La habitación era amplia y muy confortable con terraza y vistas al jardín. Los desayunos bien surtidos y buena calidad. Como colofón la atención y amabilidad del personal. Una experiencia inolvidable.
Fue un alto en el camino y nos resultó muy agradable.
Todo muy correcto
Páginas