Asturias es sinónimo de belleza natural. Desde el Parador de Cangas de Onís sus escarpadas montañas, las blancas playas, recónditas cuevas, hermosos lagos, bosques de profundo verdor y ríos de agua cristalina están a tu alcance sin la necesidad de largos desplazamientos. A media hora en coche está el pueblo de Cabrales, donde por ejemplo podrás visitar un museo en una cueva natural donde se muestra la elaboración tradicional del famoso queso característico de la localidad. Preciosa también es la Ruta del Cares, un espectacular cañón de 12 kilómetros y la ruta en coche por el Desfiladero de los Beyos, otro impresionante cañón paralelo al Sella. Si lo visitas puedes parar en La Salmonera, donde disfrutarás del espectáculo del remonte de los salmones.
Este es un lugar para disfrutar de paisajes de postal, perfectas rutas de senderismo alrededor de los lagos y las montañas, y de la tranquilidad idílica en un Parador ubicado en un lugar privilegiado.