Panorámicas sobre el estuario del Bidasoa. El aspecto defensivo del castillo, con muros gruesos y sólo cinco ventanas en fachada exterior, no impide el regocijo del huésped al contemplar desde su espléndida terraza o desde las habitaciones las aguas del río Bidasoa que conforman la Bahía de Txingudi, sirviendo como frontera natural entre España y Francia.
Trabajar en un castillo. Porque trabajar no cuesta ningún trabajo en este tranquilo castillo que dispone de los más modernos servicios e instalaciones para hacer que su reunión de trabajo, coctail o recepción sea un éxito. Todo ello en un marco incomparable y con el esmerado servicio del personal del Parador.
Elelgancia Interior. Las estancias y habitaciones son una perfecta combinación de líneas y formas innovadoras y antiguas. Lanzas y cañones comparten escenario con detalles de diseño moderno en sus habitaciones que confieren un aire de elegancia, cómodo y confortable. Destaca la piedra inmensa y desnuda que enmarca el patio, auténtica inspiración de gestas heroicas.