¿Has oído hablar de que las cuevas de España están repletas de misterios? Pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad, formaciones geológicas con miles de millones de años de antigüedad, inmensas salas con minerales preciosos adheridos a sus paredes, un auténtico espectáculo cromático para los visitantes, conciertos bajo su esfera envolvente... La lista de razones para hacer una parada en estos increíbles refugios es interminable. Además, si tus previsiones para tus próximas vacaciones son de lluvia, estás de enhorabuena. Cuando llueve se presenta la mejor época para visitar cuevas. Gracias a la acción del agua, en su interior se forman asombrosas cascadas de varios metros de altura que casan perfectamente con los efectos especiales y lumínicos que allí encontrarás. Toda una estampa idílica que deleitará a los amantes de la fotografía. Para vivir esta experiencia única, hay un Parador cercano esperándote, con comodidades inmejorables para sentirte como en casa, y, por supuesto, con una suculenta oferta gastronómica para seducir a tu paladar.
La columna más grande del mundo está en la Cueva de Nerja
¿Sabías que las pinturas rupestres halladas en la cueva malagueña de Nerja son de las más antiguas de España? Hace 20.000 años, los primeros humanos comenzaron a decorar las paredes de aquí con representaciones de la fauna salvaje. Un 12 de enero de 1959, cinco inocentes jóvenes nos abrieron el camino a un verdadero tesoro geológico. ¿Quién iba a imaginar que de una simple afición por coger murciélagos iban a descubrir un rincón que, desde 2006, tiene el honor de ser Bien de Interés Cultural? Tras su apertura al público, no ha dejado de sorprendernos. Aparte de robustas estalactitas y caminos misteriosos que conducen a sus infinitas galerías, aquí también se han hallado amuletos de la época Andalusí con inscripciones del Corán. ¿Por qué no te animas a visitarla? Presumirás de haber caminado junto a la columna más grande del mundo, según el 'Libro Guinness de los Récords', con una altura sorprendente de 33 metros.
Tienes todo a tu favor para embarcarte en esta aventura. A tan solo 10 minutos, el Parador de Nerja te recibirá con los brazos abiertos. Desde la terraza de tu habitación puedes escuchar el sonido relajante de las olas del mar y el canto de los pájaros del jardín. Y, ¿por qué no decirlo?, su proximidad a la costa te permitirá descubrir la esencia del Mediterráneo. Ya sea que estés explorando maravillas subterráneas o disfrutando "con los pies en la tierra", los momentos inolvidables están garantizados.
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¿Un "arrecife de coral" bajo tierra?
De la popularidad de la Cueva de Nerja viajamos a la Cueva de Pozalagua, un enclave único en el valle vizcaíno de Carranza. ¿Por qué es tan singular este entorno? Los geólogos la han declarado primer rincón, a nivel mundial, de estalactitas excéntricas. A diferencia de las estalactitas convencionales, esta tipología crece de forma irregular, dando lugar a un amplio abanico de formas. Una vez te adentres en el interior, te sentirás como si caminaras sobre un arrecife de coral. Además, en sus alrededores, cuatro simas de más de 40 metros de profundidad también te dejarán sin palabras. Antes de abandonar la cavidad, no olvides pasarte por la Antigua Fábrica de Dolomitas. Allí se trasladaba el mineral valioso de la cantera. Es de los pocos sitios donde aún se conservan los mecanismos que transportaban el material desde la gruta hasta la fábrica.
Un sitio declarado Mejor Rincón por la Guía Repsol merece un alojamiento que esté a la altura. Ese no puede ser otro que el Parador de Limpias. A menos de media hora, encontrarás este paraíso cántabro junto al río Asón. La tranquilidad del paisaje, las cálidas y confortables habitaciones, sus extensos y cuidados jardines... Aquí sobran motivos para descansar y recabar las energías necesarias para emprender nuestra excursión geológica. Tampoco renuncies a darte un buen homenaje. Si te gustan los platos de cuchara, el cocido montañés de nuestro restaurante seducirá a tu paladar.
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Un fantástico paseo en barca por el Patrimonio de la Humanidad
En La Vall D'Uixó, en la provincia valenciana de Castellón, te esperan las Cuevas de San José. Excepcionales. Fascinantes. Indescriptibles. Aquí "la realidad supera a la ficción". Un excelente paseo que comienza en barca, por el río subterráneo navegable más largo de Europa. El espectáculo de luces, el apacible murmuro del goteo del agua, la mezcla de colores entre el turquesa y esmeralda del río con el ocre de las rocas, te sumergirán en un entorno mágico. Además, las pinturas rupestres halladas allí han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Luego, a pie, en la sala de La Medusa, encontrarás un desfile de estalactitas que no os dejarán indiferentes. La sublimidad de este paraje se utiliza también como escenario de conciertos acústicos. ¿Puedes hacerte una idea de lo agradable que será escuchar la música, bajo el efecto envolvente de la cueva?
El Parador de El Saler, a poca distancia de la cueva, es también un refugio singular, rodeado de la exuberante vegetación del Parque de la Albufera. De hecho, no puedes irte de aquí sin dar un paseo por Natursenda. Se trata de un recorrido a través de su campo de golf para visitar la riqueza natural que abunda allí. Y si tienes ganas de darte un chapuzón en la playa, estás de enhorabuena. Desde el Parador hay una pasarela que conecta con el mar. Sin preocupaciones y sin necesidad de coger el coche para dar la bienvenida al buen tiempo.
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Un museo geológico con 145 millones de años de antigüedad
Continuando por la Comunidad Valenciana, llegamos al municipio alicantino de Busot. Allí, con 145 millones de años de edad, se localiza la Cueva del Canelobre. La acción del agua sobre la roca caliza ha dibujado aquí sorprendentes paisajes erosionados. En el interior, las bóvedas de 70 metros de altura coronan un impresionante espacio de 80.000 m². En este inmenso museo bajo tierra te toparás con auténticas muestras geológicas como microgours, pequeños pedestales formados en paredes inclinadas; órganos o formaciones volcánicas; estalactitas, estalagmitas y otros fenómenos. Todos ellos dibujan el camino hasta "El Canelobre", la estalactita más longeva con 100.000 años de antigüedad, y "La Sagrada Familia", un conjunto rocoso de 25 metros de altura.
Sin necesidad de salir de Alicante, el Parador de Jávea te espera. Junto a la Costa Blanca, es el punto idóneo para emprender no solo la ruta hacia la cueva, sino a otras paradas de interés, por ejemplo, a las bellezas históricas del castillo de Denia, al casco medieval de Benissa o a las curiosas calles empinadas de Moraira. Y además, estarás atendido a cuerpo de rey para que no decaigan las ganas por planificar escapadas por la ciudad. ¿Te apetece una buena paella valenciana? En el restaurante del Parador degustarás las mejores elaboraciones locales.
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Toda una joya onubense en Aracena: La Gruta de las Maravillas
Tan maravillosa que fue el escenario de películas como 'Viaje al Centro de La Tierra', 'Tarzán en las Minas del Rey Salomón' y 'Titanes'. Todos sus espacios son cautivadores. En la Sala de la Concha, el brillo resplandeciente de los minerales es un auténtico espectáculo para la mirada. El encanto prosigue en La Sala de los Brillantes. En esta cueva, cuando hay lluvias, se forman increíbles cascadas que dejan imágenes preciosas. Por ello, en este rincón encontrarás un deslumbrante acuífero que domina una postal integrada por bóvedas de 50 metros de altura. ¿Tienes preparada la cámara? La Sala de la Esmeralda, repleta de tonos verdosos, es un buen lugar para sacar instantáneas. La última parada es la Sala de Los Garbanzos. Aquí tendrás tiempo para reír con "las curiosas formas humanas" que la cristalización del agua ha dejado a lo largo de los siglos.
Su ubicación limítrofe con Extremadura convierte al Parador de Zafra en el mejor alojamiento para vivir la experiencia. Aquí también te sentirás atrapado por milenios y milenios de historia. En su fundación fue un alcázar árabe que, con el tiempo, pasó a manos de los Duques de Feria. Detalles artísticos como los artesonados, los arcones, los herrajes y los pasamanos evocan su inmenso pasado histórico. El valor arquitectónico del Parador merece tanto la pena conocerlo, que ha sido declarado Conjunto de Interés Nacional.
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Una cueva que cobra vida cuando llueve
A 50 kilómetros de León, se alza la cueva de Valporquero, una de las más importantes de la Península Ibérica. Todo lo que recogen sus siete salas es digno de apreciar. Cuando llueve, en la Sala Hadas nace una gran cascada de 15 metros que domina la atmósfera. Tampoco se queda atrás la Sala Cementerio Estalactítico, un auténtico espectáculo de estalactitas y estalagmitas que parecen fundirse para dibujar el camino hacia la joya de la corona de la gruta: la Sala Maravillas. Allí encontrarás múltiples formaciones geológicas que han aparecido a lo largo de los siglos, con diferentes formas y peculiaridades. El divertido juego de colores, principalmente entre el ocre y el blanco pétreo, cautiva año tras año a los visitantes.
El Parador de León es la guinda del pastel de tu escapada. Es también todo un museo artístico que, si eres amante de la cultura, lo vas a disfrutar por cada costado. La decoración interior es un viaje por la historia del arte. En las tres plantas del Parador se exhiben piezas artísticas contemporáneas de autores como José Caballero, Eduardo Chillida o Fernando Zóbel. Estas muestras conviven con los regios artesonados mudéjares de la Sala Capitular y la excepcional sillería de coro del siglo XVI. Las vistas inmejorables al río Bernesga constituyen otro de sus innumerables encantos que no debes perderte.
